Background Image

La finalidad de mi malestar

Ejercicio sistémico propuesto por Brigitte

Ejercicio sistémico

La finalidad de mi malestar


Adaptación del magistral ejercicio de PNL Transformación Esencial creado por los Andreas (1).

En momentos de crisis, se puede hacer este ejercicio varias veces al día, es muy sanador.

Se utiliza con un malestar persistente, reiterativo o especialmente limitante como una angustia, una culpa, un miedo indefinido…

Localizas en tu cuerpo donde está el malestar, qué forma tiene, hasta donde afecta…
Lo saludas, le agradeces estar aquí porque sabes que está al servicio de tu vida.

1. Los objetivos parciales

Preguntas ahora a tu guía: ¿Para qué ese malestar?
A los dos o tres segundos, tienes la respuesta y la tomas tal cual, al pie de la letra. Puede ser algo concreto o una metáfora.

Ahora imagino que he conseguido este objetivo. (Tres segundos).
Vuelvo a preguntar a mi guía ¿cuál es el objetivo siguiente que tiene ese malestar para mí?

De nuevo imaginas totalmente conseguido ese objetivo, aunque no sepa lo que signifique…
Y a los tres segundos repites la pregunta al guía sobre el objetivo siguiente.

2. El objetivo último: el bienestar esencial

Hasta que en un momento dado, sientes que has alcanzado la finalidad última del malestar: sensación profundamente diferente de bienestar, alegría, confianza, fuerza, etc. Se trata de un estado de bienestar al que Bert Hellinger llama metaemoción.
Si no estás seguro, preguntas a tu guía si has alcanzado esta finalidad última del malestar.

Cuando la has alcanzado, la expandes por todo tu cuerpo.
Agradeces al malestar por estar al servicio de ese bienestar. Ese bienestar forma parte de tu esencia, es tu forma de ser y estar presente en el mundo.

Llenas el lugar donde se encontraba el malestar con esa nueva sensación. Es posible que no toda la sensación desagradable desaparezca.

3. El trauma que te separó del bienestar esencial

A ese bienestar le preguntas: ¿Qué edad tienes?
Y antes de tres segundos te vienen a la mente varios números. Te quedas con el número más pequeño: la edad en la que perdiste ese bienestar…
Sin pensar, ni analizar, pides a tu guía que te lleve a ese momento de tu infancia. En tres segundos estás en esa remota época, frente a algún conflicto que en ese momento no pudiste integrar.
Sin saber de qué se trató, dices ¡Por favor que reciba ahora mismo todos los recursos que necesito para franquear esa prueba con mi bienestar íntegro!
Soy uno con mi bienestar y con el crezco hasta el día de hoy.

En unos segundos sientes que has vuelto a hoy.

4. Transformación de los objetivos parciales

Miras con gratitud tu bienestar esencial y frente a cada objetivo parcial dices:
Que te llenes ahora de mi bienestar esencial adulto hasta transformarte.
Al cabo de unos pocos segundos algo te dice que ya se ha cumplido, ese objetivo parcial se ha transformado y lo percibes.

Ahora repites lo mismo con el objetivo anterior.
Hasta llegar al malestar primero.

5. Sumergirse en el bienestar esencial

Ahora miras lo que queda del malestar original y lo llenas de ese bienestar esencial adulto, y te das cuenta que ahora sí, todo se ha transformado (2).

Expandes esta nueva sensación por todo tu cuerpo y más allá de tu cuerpo.
Si puedes te quedas unos minutos recogido, en silencio, disfrutando profundamente de ese nuevo estado.


(1) ANDREAS Connirae y ANDREAS Tamara: La transformación esencial: Un revolucionario proceso para alcanzar nuestra identidad esencial. Ed. Gaia, Madrid 1998.

(2) Si no fuera el caso, si quedase una parte de malestar o hubiera aparecido un nuevo malestar durante el ejercicio, se vuelve a empezar el ejercicio con el nuevo malestar. La sanación será más potente todavía.

Insconsfa