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Soy hija, o hijo, de todos vosotros

Ejercicio sistémico propuesto por Brigitte

Ejercicio sistémico

Soy hija, o hijo, de todos vosotros


Tomar a la rama paterna

Si uno es adoptado, lo hará sobre todo con la rama biológica.

Dos personas, aunque se puede hacer individualmente, poniéndose alternativamente en los dos papeles.

El primer turno

La persona para quien va a ser el turno dice: “yo soy yo y tú eres mi rama paterna: mi padre, mis abuelos paternos, bisabuelos paternos, tatarabuelos paternos y los demás antepasados”.

Cada uno se centra y espera que todo su cuerpo esté embargado por un movimiento interno, sin intención.

La persona observa con amor todo lo que ve y siente.

Podrá expresar su amor y respeto honrando, rindiéndose, agradeciendo y yendo finalmente a la vida.

Cada caso será distinto. La persona, desde su centro, se adaptará a lo que ve y lo que necesitan sus ancestros, hasta que puedan experimentar todos serenidad y bienestar.

Cuando termina, el que representaba la rama paterna comparte la información que haya vivido, con un profundo respeto.

El segundo turno

Los dos invierten su lugar, y la otra persona dice ahora: “yo soy yo y tú eres mi rama paterna: mi padre, mis abuelos paternos, bisabuelos paternos, tatarabuelos paternos y los demás antepasados”.

Dejar pasar tiempo o hacer otra cosa antes de pasar al ejercicio con la rama materna.

Tomar a la rama materna biológica

Si uno es adoptado, lo hará sobre todo con la rama biológica.

Dos personas, aunque se puede hacer individualmente, poniéndose alternativamente en los dos papeles.

El primer turno

La persona para quien va a ser el turno dice: “yo soy yo y tú eres mi rama materna: mi madre, mis abuelos maternos, bisabuelos maternos, tatarabuelos maternos y los demás antepasados”.

Cada uno se centra y espera que todo su cuerpo esté embargado por un movimiento interno, sin intención.

La persona observa con amor todo lo que ve y siente.

Podrá expresar su amor y respeto honrando, rindiéndose, agradeciendo y yendo finalmente a la vida.

Cada caso será distinto. La persona, desde su centro, se adaptará a lo que ve y lo que necesitan sus ancestros, hasta que puedan experimentar todos serenidad y bienestar.

Cuando termina, el que representaba la rama materna comparte la información que haya vivido, con un profundo respeto.

El segundo turno

Los dos invierten su lugar, y la otra persona dice ahora: “yo soy yo y tú eres mi rama materna: mi madre, mis abuelos maternos, bisabuelos maternos, tatarabuelos maternos y los demás antepasados”.

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